A sólo tres semanas de las elecciones en Irak, los problemas de Washington se agravan. Cada vez son más las voces que públicamente o desde el anonimato reconocen los fallos estratégicos y de planificación y se habla cada vez más alto de, al menos, estudiar la retirada.
Las pruebas más
fuertes de los errores llegan del propio Pentágono que, según
desveló este fin de semana la revista Newsweek, "debate intensamente"
la posibilidad de crear escuadrones de la muerte para combatir la insurgencia,
que sigue causando estragos en Irak.
El plan se llama Opción Salvador y está basado en el apoyo del Gobierno de Ronald Reagan a la guerra ilegal contra la guerrilla en El Salvador. Como se hizo entonces, el plan ahora sería enviar equipos de las fuerzas especiales para "asesorar, apoyar y posiblemente entrenar escuadrones iraquís, probablemente compuestos por guerreros kurdos y milicianos shiís, para luchar contra los insurgentes sunís y sus simpatizantes incluso al otro lado de la frontera con Siria". La operación dependería del Pentágono o de la CIA.
"ESTAMOS PERDIENDO"
Una de las fuentes militares de Newsweek es quien mejor ha resumido la sensación
de fracaso en el Pentágono. "En lo que todo el mundo está
de acuerdo es en que no podemos seguir como estamos --ha declarado el alto
mando--. Debemos encontrar una forma para volver a estar preparados para
atacar a los insurgentes. Ahora estamos a la defensiva. Y estamos perdiendo".
Esa creciente sensación
de fracaso quedó patente el domingo, cuando el secretario de Estado,
Colin Powell, tuvo que hacer una ronda de entrevistas en televisión
para mostrar la confianza de la Administración de George Bush en
que las elecciones se harán el 30 de enero. No obstante, Powell no
ocultó su preocupación por la incertidumbre de qué
ocurrirá después de que se celebren.
Las declaraciones de Powell intentan contrarrestar las crecientes voces que alertan sobre los riesgos en Irak. La semana pasada, el exasesor de seguridad nacional Brent Scowcroft habló del riesgo de "guerra civil" en Irak y advirtió de que las elecciones "más que ser un punto de inflexión prometedor, tienen el gran potencial de profundizar el conflicto". Ayer mismo Howard Coble, republicano y aliado de Bush, se convirtió en uno de los primeros congresistas en solicitar la retirada.
ASESINADO UN JEFE
POLICIAL
Ayer llegaron nuevas noticias de muerte desde Irak. Por la mañana
fue asesinado un responsable de la policía de Bagdad y poco después
dos soldados de EEUU murieron en una explosión en una carretera de
la capital. Mientras, Washington rechazaba una propuesta de la más
importante asociación de líderes sunís que propuso
cesar su boicot a los comicios si EEUU presenta un plan de retirada.
El fin de semana
también ha sido sangriento, y entre los fallecidos hubo ocho soldados
ucranianos, lo que ha llevado a Leonid Kuchma, el saliente presidente del
país, a ordenar la planificación inmediata de la retirada
de sus tropas de aquí a junio.