«Israel lleva a cabo sus crímenes escudándose en varias excusas, y una de ellas es la lucha armada". Al-Fatah emprende una campaña de desaprobación contra los fundamentalistas de Hamás con el objetivo de que abandonen la lucha armada
El miércoles por la noche, el comité central de la formación política celebró una reunión de urgencia en la que denunció la violencia, un punto en el que el líder de la OLP ha insistido en reiteradas ocasiones en los últimos días.
Asimismo, responsabilizó a la red integrista y a las actividades de sus milicianos de provocar las represalias de Tel Aviv contra la población civil palestina. «Israel lleva a cabo sus crímenes escudándose en varias excusas, y una de ellas es la lucha armada de las organizaciones palestinas de la Intifada Al-Aqsa», rezaba un comunicado de Al-Fatah difundido ayer.
En el documento, se mencionaba explícitamente a los fundamentalistas. «El comité central está sorprendido por la incitación de Hamás contra Al-Fatah y, personalmente, contra Abú Mazen, con la que se pretende entorpecer las elecciones».
El partido que fundó Yaser Arafat advirtió al grupo islámica que debe conducirse de otra manera, de modo que se evite una «guerra civil» y se preserve la «unidad» de todos los palestinos, usando expresiones idénticas a las que ha utilizado Abú Mazen durante la campaña. Y para ello, continuaba el comunicado, es necesario que los militantes abandonen la lucha armada.
Lo cierto es que Hamás supone un obstáculo que tiene que sortear el líder palestino para dialogar con Israel. El primer ministro hebreo, Ariel Sharon, se opone a mantener contactos mientras no se detenga la lucha armada contra la ocupación. Por ello, la primera decisión que deberá tomar el jefe de la OLP después del día 9 abordará, precisamente, este conflicto.
Limitaciones
El mes pasado, la organización integrista participó con excelentes resultados en las elecciones municipales que se celebraron en varias localidades de Cisjordania. Lo hizo por primera vez y volverá a entrar en los comicios legislativos que se celebrarán en primavera. Pero, ¿por qué no ha hecho lo mismo en las presidenciales del próximo domingo? Un comentarista político israelí indica que el grupo islámico no quería correr el riesgo de perder, y por ello, optó por boicotear la cita con las urnas.
Hamás no se rinde, pero es consciente de sus limitaciones. Si bien el fundamentalismo tiene muchos seguidores, no son los suficientes como para hacerse con la presidencia de la Autoridad Palestina, algo que de momento sigue estando reservado a Al-Fatah.
De cualquier modo, la hora de la verdad no llegará
el domingo, sino el lunes, cuando Abú Mazen, pese a que ha dicho en
la campaña que no lo hará, no tenga más remedio que lanzar
un ultimátum al principal movimiento radical islámico palestino.
Entonces, la organización tendrá que decidir si abandona la
lucha armada o pasa a la clandestinidad.