El primer ministro de Malasia, que gobierna el país
musulmán con mayor número de habitantes aseguro, la semana
pasada, que las mujeres deben recibir suficiente educación y oportunidades
laborales para terminar con la pobreza que se extiende por el mundo musulmán.
El Señor Abdullah Ahmad Badawi dijo que : “ A pesar de que existen gentes muy ricas en el mundo musulmán, la pobreza y las injusticias en la distribución de las rentas siguen siendo un hecho en casi todo los países musulmanes”.
Su discurso, critica el estado de la económica y
sociedades musulmanas, acusándolas de discriminar a la mujer y de
mantener desigualdades económicas insostenibles; Fue leido por escrito
en una conferencia internacional para mejoraran las condiciones de las sociedades
musulmanas, pues, según el Ministro de Finanzas Nor Mohamed Yackop,
Badawi no pudo asistir en persona por problemas de agenda que surgieron
cuando estaba a punto de emprender el viaje.
En su conferencia, Abdullah quien representa a 57 Estados de la Organización para la Conferencia Islámica (OIC), señaló que, por lo menos, treinta países musulmanes tienen una renta per capita inferior a 1000 dólares anuales, Esto ocasiona que el mundo musulmán sea identificado como “sinónimo de pobreza, malnutrición, analfabetismo, opresión, e incluso, tiranía”
“Uno de los problemas principales consiste en que las mujeres constituyen
cerca de un tercio de los adultos analfabetos en los países musulmanes,
son privadas con frecuencia de la educación, y esto ocasiona que
no puedan realizar contribuciones significativas al desarrollo económico”,
dijo.
Malasia es considerada uno de los miembros mas progresistas de la OIC, y
en su país existen igualdad de oportunidades de hombres y mujeres,
los cuales trabajan en iguales condiciones en los negocios y en la política.
Abdullah no mencionó ningún país en particular en su
crítica pero, parecía referirse a algunos Estados de Oriente
Medio y Asia Central, incluyendo a Afganistán, donde la tradición
conservadora islámica obliga a las mujeres a permanecer en su casa.
En Arabia Saudita, las mujeres necesitan permiso de sus maridos para estudiar,
viajar o trabajar. “Debemos fomentar que las mujeres tomen parte activa
en los roles económicos para lograr que sean independientes económicamente
como individuos” pidió Abdullah.
“Otras de las medidas que es indispensable que abordemos los musulmanes
es la creación de políticas crediticias mas efectivas, como
la formación de trabajadores inexpertos, y la cooperación
con otros países islámicos en desarrollo”. Aseguro que
Malasia es una prueba real de que tales programas pueden ser llevados a
cabo con éxito: “en los últimos treinta años
Malasia ha llegado a ser uno de los países asiáticos más
ricos después de reducir a la mitad la tasa de pobreza”, añadió.