BIN LADEN TIRANO OCCIDENTAL

Es sabido que Osama bin Laden no comparte el valor de los derechos fundamentales de los individuos, pero ahora, demoniza el valor que reside en el derecho a votar para elegir a los gobernantes que nos representan.

Su defensa del Príncipe o del Tirano, es una innovación occidental, pues todos los musulmanes sabemos que los rectos Califas, los cuatro primeros sucesores del Profeta Muhammad, que gobernaron antes del golpe de estado de Muawiya, fueron elegidos por los musulmanes de Medina, ya que el Profeta, no nombro a su sucesor. ¿ De donde saca sus doctrinas este asesino? desde luego, no de las tradiciones islámicas. Si podríamos encontrar antecedentes en los textos de Bakunin o de los anarquistas occidentales que llamaron a la revolución, a principio del siglo XX.

En su ultima grabación, que fue transmitida por Al Jazira la pasada semana, nos ilustra con argumento reaccionarios sobre su rechazo, no sólo de las elecciones previstas para el día 30 de enero en Irak, sino también, de las elecciones palestinas que se celebrarán en el West Bank in Gaza el próximo día 9 de este mes.

En la cinta, Bin laden, demoniza las elecciones previstas en la Asamblea Nacional para redactar una Constitución, diciendo: “En la doctrina de Islam, esta Constitución es infiel, y por consiguiente, todo aquel que participe en las elecciones debe ser considerado también un infiel”. Califico a la constitución Iraki como una constitución de “la Yahiliya que ha sido hecha por hombres, significa el reflejo de la ignorancia de la época pre-islamica y no viene de Dios”.

Sin embargo, los musulmanes sabemos que el Profeta, redacto una constitución en Medina, que no fue revelada como el Corán. Añadió que elegir un Príncipe o un Presidente esta permitido, siempre que “ el príncipe sea musulmán y que establezca Islam, esto es, que Islam sea la única fuente para los gobernantes y las leyes”. También sabemos que el primer "Príncipe" del Islam se aupó al poder mediante un golpe de Estado contra el Califa Ali, que fue elegido por la población de Medina, instaurando el gobierno hereditario contrario a las indicaciones del Profeta.

En cuanto a las fuentes por las que debe regirse el gobierno, no se nos dice quien decidirá cuales sean estas fuentes, quien las interpretará, y quien le autoriza a él, a condenar como no musulmanes a millones de creyentes demócratas islámicos. No puede engañar a ningún musulmán medianamente conocedor de las tradiciones islámicas básicas.

Su postura es consecuente con su particular forma de interpretar los textos y las tradiciones islámicas, y desemboca en una ideología política bien conocida por sus actos terroristas y de propaganda. Su discurso esta formado por un maniqueísmo simplista inspirado en los principios revolucionarios de los anarquistas occidentales propios de los primeros años del siglo pasado.

El fundamento teórico, es un pobre eslogan que sólo distingue dos tipos de hombres: los creyentes que le obedecen y los infieles que no están de acuerdo con sus ordenes; Propone una forzada alternativa entre un estado ideal islámico basado en la Sharia interpretada y dictada por sus secuaces, como única posibilidad, frente a un estado injusto de los infieles, como que el existe hoy en todos los Estados Árabes.

La simplista doctrina de Bin Laden es atractiva para algunos, pero es muy limitada políticamente, parece dictada por ignorantes de la rica tradición democrático de Islam y es uno de los signos que nos demuestran que es un elemento de ataque de los enemigos de Islam. Los efectos y consecuencias de todas sus acciones, sólo han perjudicado a los musulmanes y arrasado la imagen de Islam, favoreciendo la de sus enemigos. ¿ Para quien trabaja?, por sus frutos los conoceréis.

Su denuncia de las elecciones Irakies y Palestinas demuestra que su punto de vista es totalmente excluyente de otra realidad que no sea la que él imagina, llamando a la guerra santa a todos los musulmanes contra el que la niegue o distorsione: como cuando afirma que “ cualquiera que participe en estas elecciones comete apostasía contra Allah”, y ello cuando la población de Gaza ha demostrado su voluntad de participar en las elecciones para elegir a sus gobernantes.

A pesar de que el no tiene ninguna autoridad religiosa o intelectual, llega muy lejos en su acusación de apostasía, declarando que “el candidato Mahmud Abbas es un Bahaí” que es una forma de acusarlo de que no es un musulmán verdadero.

Sus opiniones no son meras teorías excéntricas sobre la conducta política exigida a los musulmanes sino una amenaza de muerte contra todos aquellos iraquies y palestinos que voten en las próximas elecciones. Sus amenazas son contra todos los musulmanes que ejerzan su libertad.

Bin Laden esta emprendiendo una guerra contra Islam, contra todo aquel musulmán que rechace obedecer sus ordenes. Una postura de tirano en el más puro estilo occidental. Sus innovaciones, prohibidas por el Corán, no parecen preocuparle.