Uranio empobrecido para los musulmanes del sur

 

 

 

Omar Ribelles

 

 

Si te fijas un poco en los telediarios te das cuentas de que hay mucha morralla vestida con el bellísimo uniforme de combate americano; muy parecido a los del África Korps de Rommel. Tienen hasta generales que se llaman Sánchez, negros, mucho sudaca, colores; los blancos blanquísimos son pocos. No te extraña que alguien de la Asociación de veteranos de guerra americanos dijera el otro día que de los 592.561 veteranos de la primera guerra de Irak, la del padre que ahora preside el grupo Carlyle, 179.310 veteranos reciben pensión por invalidez crónica (¡!), 24.763 la tienen solicitada y que 11.000 veteranos han muerto de resultas de lo que llaman misteriosamente Síndrome de la guerra del Golfo. Otros se expresan de otra manera y te dicen que hay 325.000 veteranos de la primera guerra de Irak que están muy, pero que muy malitos. Es decir, enfermos con necesario tratamiento médico todos los días. Los americanos, que son muy largos, ya tenían jubilados, en 1995, a todos los que estuvieron en la primera guerra de Irak en 1991 y a los médicos que les atenderían aleccionados, quitando hierro con lo de las enfermedades mentales.

 

            Si esto les pasa a los soldaditos del norte, me pregunto, ¿qué no les pasará a los soldados y gentes del sur?, los agredidos, esos que yo llamo en el título “los musulmanes del sur”. Poneros en situación y daros cuenta de las cifras del párrafo de arriba. Ni tele ni periódicos te lo cuentan porque son rubios platino del norte.  No hay misterio que dure mucho, y, ahora, hasta los cristianos se están enterando ya, con asombro, de que el culto de Mitra, Dionisios, Isis Osiris y su niño Horus, la religión de los egipcios cuando se escribían los Evangelios en Alejandría, son historias, redención incluida, igualitas a su religión única verdadera. El misterio del Síndrome de la primera guerra de Irak no es misterio, se llama “uranio empobrecido” y es algo para echarle de comer aparte. De susto. Os lo resumo.

 

            El uranio empobrecido son los restos que te quedan cuando sacas uranio enriquecido para bombas atómicas. Estados Unidos tiene de estas escorias en sus grandes y modernísimos Escoriales, no es poco, 100.000.000.000 toneladas de este uranio empobrecido que tan malitos pone a sus soldaditos de colores. El uranio enriquecido está, vive, en las bombas atómicas. El uranio empobrecido es material muy denso y pesado con altísima capacidad de penetración que utilizado en bombas, proyectiles, misiles, balas, mata y destruye lo que toca. En las explosiones se vaporiza en partículas minúsculas del tamaño de los diminutos virus que van a la atmósfera, a la tierra con la lluvia. Afectan mucho a muchos humanos y al medio ambiente, agua, tierra agrícola.

 

            Afecta al ADN y a todo lo demás. A las americanas les llega con el semen de sus chicos y las pone con cáncer. Los nacimientos de niños deformes son plaga en América. El sur del Irak está mucho peor. Kissinger estrenó estas armas y las puso en manos de los judíos en la guerra de 1973. Se ve su firma cuando está claro que el Código genético y el futuro genético de grandes poblaciones del sur está ya contaminado. No olvidéis que estamos metidos en un genocidio para eliminar al sur de los musulmanes. Están barriendo desde Palestina hasta Pakistán. Los japoneses calculan el uranio empobrecido extendido por los americanos, solo desde 1991, con un equivalente a 400.000 bombas de Nagasaki. Hasta el momento, en la segunda guerra de Irak, la del hijo amiguete del Aznar, dicen que han metido cinco veces más uranio empobrecido que en la primera. Zapatero hizo bien en traerse a los soldados de Iraq. Pero compensó mandándolos a Afganistán que es peor, mientras, sigue sin tirar de la manta por lo del 11M y tiene a toda la derechona y al PSOE con sus votantes cautivos llamando terrorismo islamista a lo que es malvado terrorismo de la CIA. No te extraña que Aznar esté ya, de Don Pelayo, en la Reconquista.