Los palestinos siempre a peor

 

 

 

 

 

Omar Ribelles

 

 

 

            Todo acto de terrorismo es siempre un asesinato inadmisible. En eso estamos todos de acuerdo. Otra cosa es identificar quién es el infame manipulador de odios que comete el siempre atroz crimen. Hay que tener presente que una de las armas más poderosas es la “operación encubierta bajo falsa bandera”,  mediante la cual alguien comete una infamia que inmediatamente imputa a otro para así justificar lo injustificable.

 

Un ejemplo clásico de este tipo de operación es cómo los americanos nos quitaron a los españoles Cuba, Filipinas, Puerto Rico y las islas estratégicas del Pacífico (Guan). Los americanos, acabado su genocidio de pieles rojas, levantaron los ojos de las praderas y vieron, lo primerito, esos restos tan substanciosos de Imperio español. Exclamaron ¡mío!, y se fueron a por él, el Imperio. Para ello sencillamente se auto volaron su acorazado Maine fondeado en el puerto de La Habana (15/3/1898). Es decir se asesinaron ellos mismos a 260 marineros, de los cuales 170 eran negros y extranjeros. También se asesinaron ellos mismos, sólo,  a 2 oficiales, los otros oficiales estaban cenando con las autoridades españolas en La Habana). Culparon los americanos a los españoles y les declararon la guerra. España no quería guerra porque era mucho más débil pero los americanos, mucho más fuertes, sí querían guerra que nos ganaron en un plis plas (Cavite, Santiago y Gary Cooper). Siempre es así. A la parte débil, para posteriormente machacarla de mala manera y desvalijarla, le achacan un acto terrible que, a escondidas, han cometido sus propios servicios secretos.

 

            Los palestinos tienen la gran desgracia de estar siendo molidos y asesinados de la peor forma posible por los judíos rusos que se quieren quedar con toda su tierra, la de los filisteos (falestin) de la Biblia y cuyos servicios secretos tienen por lema el escalofriante slogan “Mediante el engaño luchareis”. Es decir, los palestinos de los siglos XX y XXI están recibiendo saturación máxima  de lo que técnicamente se llama “operación encubierta bajo falsa bandera”. Veamos un ejemplo reciente de todos los días:

 

            A finales de agosto o primeros de septiembre 2004 se comete un brutal y sanguinario atentado, dos autobuses que van a Beersheva, al sur de Israel, son volados, dicen, por dos terroristas suicidas: 16 judíos muertos con 91 heridos, algunos graves. Esto es un asesinato inadmisible para todo ser humano. Para sus autores pido, una vez más, la maldición de Allâh. Si son los palestinos los que han hecho esta barbaridad consiguen inmediatamente, siempre es igual, todo el mundo lo sabe, la enumeración de horrores que sigue:

 

1.0. El ejercito israelí anuncia inmediatamente que va a reanudar su campaña de “asesinatos selectivos” de palestinos. La amenaza fue pronunciada a través de su máximo responsable el general Moshe Yaalon que dice exactamente: “No voy a entrar en detalles de las acciones que ejecutaremos, pero todo responsable de ataques terroristas contra nosotros no dormirá profundamente”. Yaalon se refería no solo a Hamás y otros terroristas conocidos sino también a la Autoridad Palestina, a Hézbola y a Siria.

 

2.0. Ariel Sharon anuncia que se ve la necesidad de acelerar la terminación de la muralla de 8 metros en hormigón armado para evitar este tipo de atentados.

 

3.0. Por la noche, el Ejército israelí atacó con helicópteros de combate el campo de refugiados de Yan Yunes en Gaza. Poco después comenzó una incursión con carros de combate y escavadoras que se quedó varios días, o siguen ahí. Lo que dice la prensa de kiosco española. No nos dice la prensa los muertos y heridos palestinos pero han de suponerse. Helicópteros, carros de combate y excavadoras no reparten ni pasteles ni caricias.

 

4.0. Un alto cargo israelí declaró a la agencia France Press: “Ninguna barrera geográfica podrá detener la persecución de los terroristas y sus jefes”, leo en algún periódico del 2/9/2004.

 

5.0. No nos informa la prensa del paso de tuerca generalizado, humillaciones indecibles, arrestos y palos que los asesinatos de Beersheva al sur de Israel provocan a la sufriente comunidad palestina. Pero existen, lo sabemos todos. Furiosos judíos cargados de razón se hacen con más tierra palestina que la muralla flexible de 8 metros en hormigón englutirá enseguida. Menos tierra, menos agua, más sangre para los palestinos.

 

            Es imposible, los palestinos no pueden provocarse ellos mismos tanto mal, tantas veces repetido, tantas veces anunciado. No hay misterio bajo el sol, no existe, imposible, un general cebolleta tan malo e idiota. Es sencillamente una más de lo que se llama “operación encubierta bajo falsa bandera” diseñada para seguir moliendo a los palestinos y así, molidos o muertos, abandonen su tierra, la de siempre.