Lapidar es de clérigos judaizantes

 

 

 

 

Omar Ribelles

 

“A la guerra me lleva mi necesidad.

Si tuviera dineros, no fuera, en verdad.”(Quixote II, 24)

 

A nada que te fijes un poco te das cuenta de que lo que pasa con la Internacional secular de clérigos unidos es que son todos hombres, mujeres ni una, y están instalados de una forma u otra, de siempre, en lo que modernamente se denomina violencia de género. Los clérigos se instalan siempre bien, se enmascaran, y, no se dejan nunca mal pasar como nos recuerda el maestro Cervantes. Lo peor que tienen los clérigos es que se sacan de la manga cosas de las que no están en los escritos y al final les tienes que decir algo bien dicho porque se pasan. Para mangas, lo que yo digo mangas, las mangas mandarinas sin capirotes de los clérigos chinos y otros asimilados de tez amarillenta que en tiempos de la dinastía Song (hacia 1200 después de Cristo), les dio por romperles, romperles literalmente, los pies a todas las mujeres y se quedaron tan tranquilos ellos tan hombres que si no hubiera sido porque, ya avanzado el siglo XX, dos comunistas con carisma se pusieron bordes, Mao Tse Tung y Ho Chi Ming, tendríamos en el 2000, 1000 (mil) millones de asiáticas con el dedo gordo de los pies pegado al talón y dando graciosos saltitos con el pie disfrazado a perpetuidad de doloroso muñón.

 

La internacional secular de clérigos unidos, se manifieste dónde y cómo se manifieste, te asombra siempre en todo y en todas las cosas. Sobre todo lo que a mi más me sorprende es la velocidad prodigiosa con la que se cambian el chip. En un santiamén, cual prestidigitadores binarios con procesador de alta velocidad, se cambian el chip y uno se pudiera ver hasta obsoleto sino fuera porque como alumbrado que eres les conoces la calavera de plomo que calzan y el paño de las entretelas de su fingido corazón. Como católico cristiano en mis comienzos, izquierdosillo en la transición y musulmán hasta los tuétanos en mis tardías madureces, me admiró el juego de cintura de Jesús, el hijo de María, cuando aquellos rabinos le llevaron a la adultera (que no al adultero) para poner a Jesús en problema imposible con lo de la sempiterna lapidación. Los clérigos de la internacional secular de clérigos unidos son como niños. Se piensan ellos, sus mamas y sus indolentes señoritos que con unas elementales lecturas normalizadas de manual aprobadas por los pelos en cualquier escuelilla de medio pelo, van a saber de qué va y se quedan cortaos cuando Jesús les rodea sin más con lo más importante de la Ley que es la Compasión de Allâh/ Dios / God/ Dieu/ Deu/ etc., y con lo más elemental de la técnica en la Ley, con lo más elemental, les dice Jesús dulcemente que solo es técnicamente aplicable la lapidación cuando todo el pueblo de Dios es puro y todos los integrantes del pueblo de Dios mantienen, en conciencia y en obra, el pacto de pureza al cien por cien con Dios. Situación esta que dura nada y menos por lo que hay que abstenerse, gentes de la Tora y de la Biblia emporcadas hasta el corvejón en el polifacético pecado cotidiano, de aplicar penas sin tener, todos a una, Fuente ovejuna, derecho a hacerlo. Los chicos de La internacional secular de clérigos unidos acaban dándose cuenta, las cazan al vuelo cuando se dan cuenta que están viéndoselas con un enterao. Bajan la cabeza y se largan a la búsqueda de otro pardillo que trague. Así hicieron cuando Jesús se lo dejó claro. Así lo hacen siempre.

 

En el Corán la lapidación ni se menciona, es más, en el Sura de La luz se deja totalmente claro y de forma expresa que adultero y adultera reciben 100 azotes y se pueden volver a casar y punto. Pasa que La internacional secular de clérigos unidos tiende a ser judaizante y a nada se te van de lo que ya Jesús y el Corán les dejaron bien claro con lo de la lapidación y, erre que erre, se sacan de la manga, de ese chaleco floreado que visten como todos los tahúres del Mississippi, otra vez, aburren a las ovejas, lo de la lapidación. Bien es verdad que se lo haces ver casi con un guiño, les afirmas sin parpadear que los hadices de la lapidación son tan falsos como el pasaporte de Muhammad Atta encontrado al pie de las Torres gemelas y se dan cuenta enseguida que tienen que cambiar el chip. Y así, nada menos que la República islámica de Irán ha visto en el Internet la puntita del iceberg de lo que sabemos por estos lares, y, toda una República islámica de Irán ha declarado suspendida cautelar mente la pena de lapidación a la espera de Fatua fundamentado. Da gusto ver que, como los rabinos que le llevaron a la adultera a Jesús, los clérigos iraníes tienen vergüenza torera y reconocen el dato exacto, técnicamente impecable, que les hemos pasado vía América: en el Corán no existe la lapidación a los adúlteros, tan solo expresa condena a 100 azotes livianos y no azotes tipo Hollywood para que se luzca con las chicas el Kirk Douglas.

 

Me cabe la satisfacción de informar al Universo y a los mundos desde el centro del ciclón en el cual me hallo de que constato que La internacional secular de clérigos unidos está comenzando a cambiar los chips que tenía enfilados contra la mujer. Han comenzado los clérigos iraníes con la suspensión cautelar de la lapidación. Inshallâh les van a seguir los clérigos lapidarios judaizantes de otras latitudes y seguirá la prohibición, por total falta de fundamentación coránica y en los hadices del Profeta del Islam y por total falta de mínima racionalidad, de los malos tratos a mujeres, ablación, infibulación y entextilamiento de la mujer. Ninguna fundamentación tenían los clérigos chinos para obligar a las madres chinas a romper los pies de sus hijas. Ninguna fundamentación tienen los clérigos egipcios, sudaneses, somalíes, nigerianos, etc. para justificar la ablación del clítoris o dejar que los peores hombres peguen a las mujeres.