Muerete antes de que te asesine un musulmán

Hamid Ebadi

 

Líderes holandeses condenaron el miércoles las declaraciones de un maestro musulmán, quien dijo que deseaba la muerte a un popular político, avivando la tensión religiosa que generó el asesinato de un cineasta holandés crítico del Islam.

Abdul-Jabbar van de Ven, un holandés convertido al Islam, dijo el martes en un programa de entrevistas de la televisión local que esperaba que el político Geert Wilders, un populista defensor de medidas contra la inmigración, muriera pronto, aunque señaló que no quería que fuera asesinado por un musulmán.

El ministro del Interior, Johan Remkes, dijo que le horrorizaban los comentarios y señaló que el ministerio de Justicia examinaría el tema.

La ministra de Inmigración, Rita Verdonk, dijo: "¿Cómo es que nos hemos hundido tanto en Holanda? Realmente me preocupa esto."

Wilders, cuya popularidad se ha disparado desde que pidió represalias contra los radicales musulmanes tras el asesinato este mes del cineasta Theo van Gogh, ha sido objeto de varias amenazas de muerte por sus opiniones sobre el Islam y la inmigración.

Es considerado el nuevo Pim Fortuyn, el político derechista holandés asesinado en el 2002 por un activista de los derechos de los animales. Wilders quiere lanzar un nuevo partido derechista de cara a las elecciones del 2007 y un reciente sondeo le dio ventaja sobre los gobernantes cristiano-demócratas.

Van de Ven dijo que preferiría que Wilders muriera de una enfermedad, como el cáncer, y agregó que había sentido algo de felicidad cuando se enteró de la muerte de Van Gogh.

Un hombre holandés-marroquí ha sido acusado del crimen y de amenazar a otro político.

En una declaración el miércoles, Van de Ven -quien se convirtió al Islam a los 14 años y ahora es una maestro con vínculos con una fundación saudita- dijo que estaba escondido por su protección y que no quería instar a nadie a matar a Wilders.


Holanda, donde vive casi un millón de musulmanes -cerca del 6 por ciento de la población- ha presenciado una ola de ataques en mezquitas, iglesias y escuelas religiosas tras el asesinado de Van Gogh.