Chomsky

 

 

 

 

Omar Ribelles

 

 

Como musulmán, no puedo por menos que homenajear en nombre de toda la Umma al judío norteamericano Noam Chomsky que recientemente ha escrito ¿Hacía dónde se dirige el mundo? (Diario El País 12/12/2001): “El nuevo milenio ha comenzado con dos crímenes monstruosos: los atentados terroristas del 11 de septiembre y la respuesta a los mismos, que a buen seguro se ha cobrado un número mucho mayor de victimas inocentes”. Es atroz seguir el razonamiento científico de Chomsky y darte cuenta, desinformados empedernidos que somos, que en Afganistán, en este invierno que vivimos, de silenciosa y pacifica hambre, de tres a cinco millones de personas morirán al cortarse, está cortada y no se puede enmendar, la ayuda humanitaria a los afganos necesitados. La FAO habla de siete, de siete millones de personas que, de hambre, morirán este invierno. La FAO dice más: el bombardeo ha suspendido la siembra que proporciona el 80% de las provisiones de grano a Afganistán, de forma que los efectos serán todavía más graves el año 2002 que lo dicho más arriba para el invierno del 2001. Intenta, lector solidario, imaginar tan solo un poquito cómo es la lentísima muerte por hambre. Para ello deja de comer totalmente durante tres días y bebe tanta agua como quieras. Es experiencia interesante, tu mismo.

 

Ha sido este Ramadan del 2001 muy duro para los musulmanes. No hemos podido olvidar en ningún momento los genocidios en marcha en Afganistán y Palestina. Ha contrastado tantísimo con la abundancia en nuestras mesas y la paz en nuestras casas y calles. Contraste, mucho contraste. Hemos sentido el contraste.

 

Impotentes asistimos, hoy, ahora, en todo momento, al genocidio en marcha delante de nuestras narices. Dicen americanos, judíos y pronto el indio, que responden al terrorismo islámico. No es así, ya que no existe el terrorismo islámico que nos cuentan sino tan solo su propia y exclusiva provocación, autogolpe, para justificar de cara a la opinión pública su insensata política. Lenin, un alguien que se planteó tomar el poder de forma científica y lo tomó en Rusia en 1917, dejó bien claro a comienzos del siglo veinte que el terrorismo no sirve para nada, tan solo sirve el terrorismo para aumentar la represión del poder y llegar a la aniquilación total de los terroristas a manos de un poder que, poder como es, se defiende de los idiotas que ponen bombitas inútiles. Lenin se ríe y con razón de los anarquistas que ponían esas bombitas en las cafeterías de siempre y recolectaban rápido su propia destrucción y muerte. Sí, los anarquistas rusos llegaron a matar a un Zar, menuda pieza se cobró el idiota que lo hizo: muerte y fría Siberia para todos los anarquistas y todos los amigos y conocidos de los amigos de todos los anarquistas de todas las rusias y más. Lenin, lo tiene fácil, despotrica sobre los errores de los anarquistas que llevaron a su extinción y subraya, encima, lo fácil que es para el poder infiltrar un movimiento terrorista, incluso crearlo para filtrar a los pequeños idiotas con veleidades terroristas. Hay hasta cuentos divertidísimos que hablan de células terroristas anarquistas en las que todos sus miembros son infiltrados del poder. De chiste conocer la infiltración que hizo Franco del anarquismo andaluz. Continuamente escuchas que Hamás, ese Grapo palestino, fue creado por Israel para llevar por la calle de la amargura y dar al traste las políticas integradoras y pacifistas de Yaser Arafat. Bordan, eso sí, los entierros, cuya estética recoge la tele.

 

El más estúpido de los estrategas islámicos que parió madre, hubiera tenido claro que los americanos, todos, que aprendieron en la escuela y en Hollywood lo de Pearl Harbour, responderían con lo de Justicia infinita a lo de las Torres y el Pentágono. Una conspiración no islámica, de quien sea, ha producido ese crimen que endosan a los musulmanes para justificar la guerra que apenas ha comenzado y que perjudica, solo y mucho, a los musulmanes. Los judíos que despojaron a los palestinos de su tierra y desde 1967 generan y generan asentamientos ilegales en todos los territorios ocupados, para seguir la política permanente de despojar al pueblo palestino de su territorio, producen ellos mismos el terrorismo, autogolpe, para justificarse nuevos asentamientos en los territorios ocupados y terminar barriendo al pueblo palestino de Palestina. Es así, lo vemos día a día en los periódicos. El pretendido terrorismo de los palestinos en Palestina, solo es una máquina infernal de matar palestinos, producir incontables inválidos de por vida y perder territorios a manos de judíos iracundos cargados de razón. No nos engañan, nos damos cuenta, conocemos su estrategia. Y ahora los indios que les han ganado todas las guerras a los pakistaníes, todas, las tres, con cinco veces más demografía, cinco veces más armas, cinco veces más de todo, siguen burdamente el ejemplo judío y americano y se dan un autogolpe terrorista de risa en el Parlamento y empiezan a calentar a su opinión pública para comenzar su cuarta guerra victoriosa con Pakistán, país rival pero cinco veces menos que India. Muy listos son los pakistaníes para no conocer por ellos mismos lo que Lenin teorizó fumando buenos puros Davidoff en Ginebra: el terrorismo solo sirve para encolerizar al poder que lo recibe y destruir segura y rápidamente al que lo ejerce o al que se le atribuye el terrorismo. Es así, lo sabemos todos, aún antes de leer a Lenin y verle al Osama Ben Laden el cambio de cráneo en su última de Hollywood.

 

Nota.- Hoy 27/9/2004 me enteré fehacientemente que la epidemia de hambre del 2002 arrasó Afganistán sin que los medios de comunicación hayan dicho nada de nada todavía.