La discriminación fomenta violencia contra la mujer en el Golfo

Dina Al Maamun

 

La discriminación de que son víctimas las mujeres en las monarquías del Golfo fomenta la violencia contra ellas, aunque se desconoce la magnitud del problema por la falta de estadísticas, denunciaron este lunes defensores de derechos humanos y activistas.

Los participantes en un seminario dedicado a estudiar este asunto, en Manama (Bahrein), urgieron a los países de la región a que "promulguen leyes para castigar la violencia contra la mujer".

"Los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) no deben esperar para hacer frente al fenómeno de la violencia y de la discriminación contra las mujeres", declaró en una conferencia de prensa Dina Al Maamun, una responsable de Amnistía Internacional que ha coorganizado el seminario junto con ONG locales.

"La discriminación es una forma de violencia y la favorece. Hemos encontrado entre 60 y 70 mujeres. Estos casos son similares: la mujer que no trabaja y no es independiente financieramente está más expuesta a la violencia", declaró Maamun a la AFP.

"La cultura general dominante en el Golfo rebaja a la mujer. La discriminación y la violencia surgen de esta cultura que justifica y legitima la violencia con las mujeres", estima el activista saudí Jaafar Al Chaeeb.

Según éste, "la ausencia de ONG de defensa de los derechos de la mujer juega un papel adicional en el refuerzo de esta violencia. La policía intenta solucionar amistosamente los casos de violencia contra la mujer para que ellos (los hombres) no tengan que ir a la justicia".

En Arabia Saudí, el gobierno ha adoptado leyes en favor de la mujer, pero esta legislación "ha quedado en papel mojado a causa de las reservas y reticencias del orden religioso y social", critica Chaieb.

No obstante, se perciben señales de cambio, gracias a la labor de los activistas y a pesar de los ultraconservadores, dice, antes de agregar que ello se puede ver en el creciente papel que desempeña la mujer en la economía saudí.

"Es difícil hablar objetivamente de la violencia contra las mujeres (en la región), en ausencia de datos sobre este fenómeno", estima por su parte Lubna Abderrahman, miembro de la Asociación Nacional Saudí de Derechos Humanos (ANDH).

"El problema de la violencia en el reino saudí es similar al de cualquier otra sociedad (...) La especificidad de la violencia reside en las convenciones sociales que prefieren mantener el silencio sobre este fenómeno", agrega.

En la apertura del seminario, la secretaria general del Consejo Supremo de la Mujer en Bahrein, Lulua Al Awadhi, señaló una reducción de los casos de violencia contra las mujeres de su país, que en 2003 fue de 764 casos, contra 1.232 en 2002 y 867 en 2001, según datos oficiales.

"La ausencia de un código de estatuto personal es la mayor discriminación contra las mujeres, en Bahrein incluso si estas mujeres "están (cada vez más) integradas en la vida política", indicó, no obstante, la activista Ghada Jimchir.