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ENTREVISTA CON ELENA RODRIGUEZ ARTEAGA

INTRODUCCIÓN

Elena acepto Islam hace dos años. Sin embargo lo conoce profundamente por dentro y por fuera. Esta casada desde hace veintidós años con Adel Salameh. Su esposo es español de origen palestino. Tienen dos hijos, Laila de 17 años y Alberto de 15. El Islam que le ha enseñado su marido parte del dogma islámico que ordena NO HAY COACCIÓN EN LA RELIGIÓN , un Islam que llama a la Libertad y a la Igualdad. Islam es para ella un compromiso global, vital, percibido poco a poco entre los mares de paciencia y amor de su marido. Trabaja en la Unidad de día, área medica, del Hospital Universitario S. Carlos de Madrid, como enfermera. Es miembro del Comité organizador del III Congreso de la mujer musulmana que se celebrará los días 2 y 3 del próximo marzo en Córdoba. Mantiene excelentes relaciones con las autoridades de los diversos centros islámicos incluido el Imán del Centro cultural Islámico de la M30.

PREGUNTA: ¿ Que puede decirnos de la atención al propio cuerpo en la tradición islámica?

RESPUESTA: En Islam la atención al propio cuerpo es condición previa indispensable para los actos de adoración rituales. Precisamente la oración obligatoria cinco veces al día, se realiza después de una ablución que es tanto una purificación física cuanto un símbolo que expresa la idea de unidad entre cuerpo y espíritu. Por eso, para una musulmana actual, el asunto de la educación para la salud es una cuestión de la practica tradicional islámica.

P: En algunos ámbitos las mujeres tradicionalistas de algunos países musulmanes rechazan el control de peso y el cuidado de la figura y la belleza física como contrario a la modestia islámica. ¿ Que nos puede decir de esto?

R: Como parte esencial del auto control físico del cuerpo a que nos referimos antes se incluye en el Libro. El Corán indica que hay que cuidar la dieta tanto por  belleza como por salud. Una dieta equilibrada y el control del aspecto físico son factores, o presupuestos  básicos previos y necesarios para un progreso espiritual. Recordemos que el Corán obliga a rechazar el cerdo y los alimentos en mal estado al creyente, lo que produce la costumbre a los musulmanes de fijarse en lo que comemos, como parte de nuestro compromiso.

P: ¿ Sus creencias islámicas imponen restricciones en la dieta de su familia?

R: Mis hijos comen de todo. Les he educado en un entorno cultural saludable. Es lo que llamamos la cultura de la salud.

P: ¿ Que abarca él termino cultura de la salud ?

R: La cultura de la salud implica la enseñanza de buenos hábitos para prevenir la enfermedad y para sostener un equilibrio global, tanto físico como psíquico y social. Hay que dedicar un esfuerzo de cultivo a cada uno de estos aspectos, porque la salud implica el conjunto de actividades que nos procuran bienestar, tales como  lecturas además de dietas, reuniones con amigos, paseos, audiciones musicales, etc.  se trata de vivir una vida saludable, y plena, de entregarse a un compromiso vital, que incluya el respeto por el entorno.

P: ¿ Ha llevado a la practica sus enseñanzas difundiéndolas entre la población escolar musulmana que vive en Madrid?

R: Siempre me he centrado en las enseñanzas que han de transmitirse a los adolescentes. Pero en las experiencias que mi equipo y yo hemos tenido en estos dos últimos años también he aprendido de ellos. He llegado a la conclusión de la necesidad de un trabajo global, un trabajo en equipo, para llegar a  metas elevadas.

Desde hace dos años venimos organizando cursos prácticos de educación para la salud en los colegios Libio, Irakí y Centro Islámico de la M30 de Madrid. En estos centros hemos difundido enseñanzas practicas sobre nutrición y sobre primeros auxilios a unos cientos setenta jóvenes musulmanes que viven en Madrid.

P: Una musulmana progresista como Ud. ¿ Acepta la educación segregada por sexos, donde se separan a los niños de las niñas, típica de algunos países de tradición islámica?

R: Si defiendo y reclamo una cultura global que incluye una interrelación con el entorno, no acepto, por parcial y discriminatoria  e injusta la separación en la enseñanza de niños y niñas, y tampoco acepto esta separación en la vida adulta. Una sociedad justa se estructura eliminando las discriminaciones por razón del sexo. La no-discriminación debe dejar paso a una educación igualitaria, libre y no represora.

P: Cómo mujer dedicada profesionalmente al cuidado de los seres humanos como enfermera ¿ Qué puede decirnos de practicas de mutilación aberrantes como la ablación del clítoris?

R: La amputación de los órganos que proporcionan placer sexual a la mujer es simplemente para mi un crimen contra la libertad. La sexualidad en Islam es una facultad central del ser humano. Algunos maestros espirituales tales como el Sheij Nizam, han escrito sobre las fuentes del placer, expresando la compatibilidad del placer sexual con el progreso espiritual. Es más, el matrimonio islámico esta orientado hacia el placer sexual de los esposos que se aman. Las relaciones sexuales son licitas por el placer que procuran, no son mero instrumento de la reproducción. Todo ello implica el rechazo absoluto de la mutilación del clítoris como ajena a Islam que debe ser erradicada. Es una de las peores torturas machistas que perviven en nuestro planeta. La pasividad de los Gobernantes ante estas practicas en sus países les convierte en cómplices de estas mutilaciones criminales. Desde esta pagina llamo a todos y todas las afectadas a concluir con estas oscuras costumbres. Nadie en su sano juicio puede fundamentar tal barbarie en textos sagrados revelados por Dios.

www.an-nisa.es 2010